Hace un par de años, más o menos durante el invierno de 2016, terminé un ciclo de películas de Hitchcock (que he vuelto a repetir, gracias a Filmin y al acceso a obras más antiguas o desconocidas) y me dio por pensar en hacer otro con Woody Allen. Pero claro, el neoyorkino tenía ¡casi 40 películas dirigidas! (en 2018 llegó a las 42). Así que me lo temé con calma.

Cada domingo, tranquilamente y cuando no coincidía con algún partido de fútbol interesante, me buscaba una película y echaba la tarde -aunque realmente sus películas sólo duran 90 minutos, como un partido de fútbol precisamente- entretenido con el artista y cineasta. Las he ido viendo cronológicamente, descubriendo cómo avanzaban sus "historietas" a través del tiempo; cómo a finales de los 70 y principios de los años 80 sus obras son absolutamente artísticas, nada comercial, sólo se basan en preciosos fotogramas que envuelven una novela llena de filosofía o psicología, a veces con un toque humorístico, con sarcasmo o ironía.

Es la mejor manera de comprobar cómo ha cambiado el humor desde los 70; incluso lo ha ido eliminando de sus películas para sólo meter diálogos sarcásticos o de humor negro, pero en una historia dramática o, digamos, "seria". Y a finales de los 90, se vuelca con el cine comercial y convierte de alguna manera guiones muy similares a los que tenía antiguamente pero en un "nuevo estilo"

De un par de años hacia acá, el director ha vuelto a "sudársela" todo; se ha volcado por completo a lo que a él le gusta: obras enredadas entre sus personajes con muchísimos toques personales y con un desarrollo de la historia precioso. Y, por supuesto, todo envuelto en una banda sonora de blues y jazz de principios o mediados del siglo XX que, para los que nos gusta escuchar buenas bandas sonoras, es todo un privilegio.

Pues ya lo he completado. La semana pasada terminé con la última película que me faltaba por ver de su filmografía y tengo que decir que, aparte de todos sus problemas personales y extraprofesionales, es uno de los mejores directores de la historia del cine, al menos para mí. No sólo estamos hablando de un director, sino de un guionista, de un escritor -tiene varias obras de teatro, algunas bastante cómicas y otras un poco más dramáticas, pero muy similares a sus películas- que presenta historias buenísimas (casi todas) y en las que a veces, al menos a mí me ha pasado, he llegado a sentirme muy identificado o, al menos, juraría haber vivido algo parecido.

¿Quién no ha revivido sus "Días de Radio" como él lo hace? Siempre me ha encantado recordar cosas de cuando yo pequeño con mucho humor, negro especialmente, pero humor al fin y al cabo.

¿Quién no ha pensado en vivir historias rocambolescas como en "Anna y sus hermanas" o estar hablando a alguien al otro lado de la cámara como en "Annie Hall"? Precisamente ésta última es la que más reconocimiento ha tenido, con 4 Óscars (mejor director, mejor actriz principal, mejor actor principal y mejor guión). Es muy buena, pero no es de las que más me han gustado, aunque reconozco que para un audiovisualista como mi mujer o alguien con conocimientos de cine y teatro más profundos, puede que sea de lo mejor que se haya hecho nunca. Para mí, "Todo lo que quiso saber sobre el sexo y nunca se atrevió a preguntar", "La última noche de Boris Grushenko" y "La rosa púrpura del Cairo" han sido las películas que más me han gustado, de las "antiguas", por así decirlo.

¿Quién no ha visto tantas veces una película que se ha llegado a enamorar de un personaje? O, al revés: ¿Quién no se ha enamorado de un personaje y por ello ha visto tantas veces una pelicula? Es que las historias pueden parecer surrealistas, pero al final son más realistas de lo que parecen o se acercan tanto al público, que te tienen que encantar sus películas.

De las modernas, "El sueño de Cassandra" o "Midnight en París" creo que son las mejores o más interesantes. Aunque creo que es bastante difícil decidirse por una o dos en concreto, de las cuarenta y pico. Creo que me sería imposible hacer una clasificación de "top ten", o "top five", muchísimo más difícil. Aparte de que por mi puñetera memoria de pez, tendría que buscar de qué iba cada una de las que no me han impresionado tanto como para recordarlas en mi cabeza...

No sé cuánto más estará Woody Allen haciendo películas, pero espero que tarde en retirarse y podamos seguir disfrutando de este artista del cine, que tanto nos ha dado a los que nos gusta el buen humor -aunque sea del negro-.

A continuación os pongo todas las películas que tiene en su haber con una tabla descargada de la mismísima Wikipedia y con los propios enlaces a sus descripciones: