Después de ocho jornadas, por fin enganchamos dos victorias consecutivas. Tuvieron que ser fuera de casa, cómo no, pero conseguimos seis puntos importantísimos para seguir enganchados a la zona alta de la clasificación.

El sábado jugamos frente al Don Bosco y el lunes frente al Torreblanca, por el aplazamiento debido a la intensa lluvia del día 18. Ambos partidos tienen algo en común más allá de la victoria: el trabajo defensivo en grupo.

Ha sido fundamental para ambas victorias tener un grupo unido, que ha trabajado codo con codo hasta el último minuto, para defender los tres puntos y llevárnoslos a casa, remando todos en la misma dirección.


Es muy importante el último resultado, frente al Torreblanca, puesto que por fin conseguimos no encajar ningún gol. Esta actitud defensiva es la que hay que tener en cuenta para los próximos partidos y así evitar más goles en contra innecesarios.

Sigamos trabajando, este fin de semana recibimos al San Roque, otro equipo duro físicamente que nos va a exigir mucho en nuestra casa. Esperemos conseguir por fin los tres puntos en nuestro feudo. Para ello es vital volver a ver ese equipo unido, que trabaja a muerte y hasta el final que se ha visto este pasado fin de semana.