Hay gente que cuando se despide de un club siempre recuerda las tardes de sufrimiento, de lucha, hace mención al barro, a la lluvia, a las derrotas... y después se habla del triunfo de haber aprendido, de la gente que ha conocido, etc. Hay una especie de esquema a seguir. Y como ya no es la primera despedida que escribo -llevo más despedidas que Curro Romero-, creo que tengo que ser un poco más original y no rellenar ese "formulario" de despedida.

Hace unos años tuve que dejar los banquillos por un saltito profesional por el que aposté. Y no me equivoqué. Empecé una nueva etapa en el trabajo; y en el fútbol base conocí otra dimensión: la Secretaría Técnica o Coordinación.

En estos dos años y medio, casi tres, en la coordinación de fútbol 7 en Nervión -al principio como Director de Metodología y al final haciendo de ojeador, prácticamente-, mi trabajo siempre estuvo enfocado a la formación, a la búsqueda de los mejores, tanto entrenadores como jugadores, y al crear una base sólida y competente que alimentara al club desde lo más bajo, poniendo los cimientos y pilares -por tanto la parte más importante y fundamental del futuro de un club- para construir un gran Nervión, que en fútbol 11, donde realmente se debe buscar el éxito en la competición, recoja el fruto de tanto trabajo y esfuerzo por parte de todos los que componemos la Dirección Técnica.

Agradecer enormemente la experiencia al Coordinador General, Juani, quien delegó y confió plenamente en mí desde que llegué al cargo; y quien incluso ya había preparado un excepcional plan estratégico para el año que viene, al que debo decirle que no, por dar un nuevo salto profesional en la empresa en la que trabajo, y otro familiar, con mi mujer y mi proyecto de futuro. Espero que recoja los premios y resultados que se merece, por su dedicación y su pasión por el club. También tengo que agradecer -y pedir disculpas de paso- a los entrenadores, por su enorme paciencia conmigo y mis decisiones tan "incómodas" a veces. Son la llave principal de un proyecto como el que queríamos implantar en el club y es fundamental una comunicación fluida e intensa como hemos tenido cada semana. Gracias, místers!

Así pues, si volvéis a verme por un campo de fútbol base, un IMD de estos del ayuntamiento, será con una lata de Coca-Cola, un paquete de pipas o unos chicharrones del mercado del Cerro. Si me veis, no disimuléis, saludad e invitadme a algo. Estaré criticando al míster, a la Directiva y a quien haga falta, me estoy haciendo mayor.

Un abrazo muy fuerte a todo el AD Nervión y CD Antonio Puerta. Pero sobre todo, a los chavales, a los que me miraban fijamente con sus ojitos de empezar a conocer el mundo, mientras que hablábamos en esas bonitas y curiosas charlas de Antonio Puerta, de ser futbolistas y de ser grandes amigos. Son cosas que no olvidaré en la vida.

¡Gracias y hasta la vista!

Alex González.


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