Lo primero que tengo que decir es que cuando vi que el diario empezaba en 1942 y que la niña era más repipi que una de las que salen en el programa del Juan y Medio, me puse como loco por confirmar la fecha de rendición de los alemanes y pensar "espero que la jipa esta no me ralle tres años y pico enteros día a día con cursiladas".

Pues no. Por desgracia, la chica fue descubierta en verano de 1944 y murió en la primavera de 1945 a causa del tifus, en un campo de concentración. La historia es cruel, es dura, pero el relato de esta niña, desde sus 13 años hasta sus 15, es el relato de una adolescente llena de vida, de esperanza y con ilusiones. Es bastante optimista, aunque la situación fuera del escondite no es nada agradable.


Sí, es una mijita repelente escribiendo para la edad que tiene. Muestra una madurez excesiva y plantea unas reflexiones que ahora mismo no se haría ni gente de 50 años. Es cierto que en la traducción pueden perderse muchos matices infantiles o juveniles, pero la esencia, el mensaje, se mantiene y es bastante curioso lo pedante que era la chica pero lo claras que tenía sus ideas (muy modernas para la época, dicho sea de paso).
Me ha parecido brutal la naturalidad con la que trata esa persecución a los judíos; cómo con su fe se mantiene fuerte y considera que en algún momento Dios premiará a los judíos. Algo que también me llama mucho la atención es ese poco cariño que muestra por su madre. Aunque muy bien argumentado, con mucha pedantería como ya he dicho, creo que no es más que la relación que muchas niñas tienen hoy día en la adolescencia con sus madres (o niños con sus padres y todas las combinaciones posibles dentro del núcleo familiar...). No considera a su madre un ejemplo a seguir y su madre no considera que deba forzarla en una educación estricta. Es muy curiosa la relación entre ellas. Con el padre tiene una relación mucho más agradable, aunque no sé yo si como es el que ha publicado el libro cuando terminó la guerra, le dijo al editor "oye, arréglame esto, que mi mujer está muerta, pero a mí que no me deje muy mal la niña...".

Bueno, bromas aparte ("fueraparte" que se dice ahora), creo que el libro es un auténtico examen psicológico del encierro de estas 8 personas -la familia de Anne está con otra familia más en una pequeña casa "escondida" detrás de una oficina industrial-. Si la niña no ha exagerado mucho la relación con los otros habitantes de la casa y ha sido más o menos fiel a la personalidad de cada uno de ellos, creo que es interesante estudiar cómo se comportan, qué perfiles son más propensos a causar desgracias en la sociedad y qué perfiles pueden ayudar más en situaciones críticas como las que viven estos personajes. Personajes que en este caso son reales y, por desgracia, víctimas de la Guerra Mundial y del nazismo. Cualquier millenial modernito podría pensar -yo mismo lo hice- que era prácticamente como un Gran Hermano. Y aunque al principio pueda sonar hasta soez tal afirmación, creo que ese supuesto estudio psicológico del que hablaban en las primeras ediciones del concurso (ahora ya no disimulan y lo echan por el guarreo de los concursantes) es precisamente observar los comportamientos que también adquieren estos 8 escondidos judíos. La situación no es la misma, evidentemente, y hay que frivolizar demasiado para comparar, pero supongo que me entenderán a lo que me refiero.
Se retrata perfectamente a la vanidosa que, pese a saberse en las circunstancias en las que se encuentra, prefiere el "antes muerta que sencilla". Se retrata también el que no es capaz de mantener una relación social con ningún habitante de la casa, pese a los intentos del resto por insertarlo felizmente y de manera respetuosa en los quehaceres del grupo. Y se retrata, y creo que esto es lo mejor del diario, cómo en las situaciones extremas de pánico, de miedo, de incertidumbre sobre lo que está pasando en el exterior, a todos los habitantes de la casa se les olvida su antiguo status social, olvidan lo que poseen, sólo piensan o sólo actúan según su instinto de supervivencia; se ven obligados a actuar de una manera en la que nunca hubiesen sido capaces de actuar en condiciones normales; por ejemplo, pasando por alto cualquier escrúpulo de higiene o cuidado de aseo, o abrazando al compañero más cercano, independientemente de las riñas que haya tenido con él recientemente o cualquier "rencilla" pendiente.

En fin, es un libro para leer pero con mucho detenimiento, sin querer saber el principio y el final, puesto que ya se conocen, aunque sea mínimamente. Lo interesante del libro es cómo se va desarrollando ese núcleo social, esas relaciones entre los ocho escondidos.

Cuando lo terminé, me entraron ganas de ver La Lista de Schindler, para mí, la mejor película de la Segunda Guerra Mundial. Y comprarme el cómic de "Maus", un cómic realizado con el relato de un superviviente a un campo de concentración nazi y tío del autor. Pero eso será más adelante... Porque el próximo libro del que hablaremos será "La Ciudad", de Manuel Chaves Nogales. 



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